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Consulta con Gastroenterólogos altamente capacitados, especialistas dedicados al tratamiento de enfermedades del tracto digestivo, incluyendo hígado y páncreas.

Contamos con 8 sucursales en la Ciudad de México (CDMX), servicios de Laboratorio, Farmacia e Imagenología, así como servicios complementarios en Medicina Preventiva y Detección Oportuna.

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Laboratorio y Farmacia

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Los métodos, equipos y procedimientos descritos pueden variar por médico y sucursal sin previo aviso.

Una consulta gastroenterológica integral en Punto Clínico es una visita médica con un especialista médico capacitado en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades y trastornos relacionados con el sistema digestivo.

Durante esta consulta, el gastroenterólogo evaluará y abordará diversas afecciones gastrointestinales y proporcionará un enfoque integral para el manejo de la salud digestiva del paciente. A continuación, se describe cómo suele ser una consulta gastroenterológica integral en Punto Clínico:

Historia clínica: El gastroenterólogo comenzará recopilando una historia clínica detallada del paciente. Esto incluirá preguntas sobre los síntomas actuales, antecedentes médicos, hábitos alimenticios, estilo de vida y cualquier problema digestivo anterior.

Examen físico: A continuación, el gastroenterólogo realizará un examen físico para evaluar el abdomen y otros signos clínicos relacionados con el sistema digestivo.

Discusión de síntomas: El paciente tendrá la oportunidad de describir sus síntomas, como dolor abdominal, acidez estomacal, dificultades para tragar, cambios en los hábitos intestinales, entre otros. Cuanta más información se proporcione, más preciso será el diagnóstico.

Pruebas diagnósticas: Dependiendo de los síntomas y la historia clínica del paciente, el gastroenterólogo puede solicitar pruebas diagnósticas adicionales, como análisis de sangre, endoscopias (gastroscopia o colonoscopia), ecografías, tomografías computarizadas o resonancias magnéticas, para obtener una visión más completa de la salud digestiva del paciente.

Diagnóstico y plan de tratamiento: Una vez que el gastroenterólogo tenga toda la información relevante, discutirá el diagnóstico con el paciente y elaborará un plan de tratamiento individualizado. Esto puede incluir recomendaciones sobre cambios en la dieta y estilo de vida, medicamentos, terapias endoscópicas o quirúrgicas, y seguimiento regular.

Educación y asesoramiento: Durante la consulta, el gastroenterólogo también puede proporcionar educación y asesoramiento sobre enfermedades gastrointestinales, prevención de problemas digestivos, y cómo manejar y controlar los síntomas.

Seguimiento y atención continua: Después de la consulta inicial, es posible que se requieran visitas de seguimiento para evaluar la respuesta al tratamiento y realizar ajustes según sea necesario.

Una consulta gastroenterológica integral está diseñada para proporcionar una evaluación completa y cuidadosa de la salud digestiva del paciente, y brindar un enfoque holístico para el diagnóstico, tratamiento y manejo de las condiciones gastrointestinales. Si experimentas problemas digestivos persistentes o tienes inquietudes relacionadas con tu salud digestiva, es recomendable consultar a un gastroenterólogo para una evaluación y atención adecuadas.

Estos paquetes están diseñados para abordar las necesidades individuales de cada paciente y pueden incluir servicios especializados y opciones de tratamiento.

Paquete de detección de cáncer colorrectal: Este paquete puede incluir una colonoscopia o una sigmoidoscopia para la detección temprana de pólipos o cáncer colorrectal en personas de cierta edad o con factores de riesgo.

Paquete de evaluación de enfermedades del hígado: Este paquete puede incluir análisis de sangre específicos para evaluar la función hepática, una ecografía abdominal y una consulta con el gastroenterólogo para evaluar problemas hepáticos.

Paquete de manejo de la enfermedad celíaca: Este paquete puede incluir pruebas de diagnóstico de la enfermedad celíaca, como análisis de sangre y biopsia intestinal, seguido de asesoramiento nutricional para la dieta libre de gluten.

Paquete de tratamiento de reflujo ácido crónico: Este paquete puede incluir una endoscopia para evaluar el esófago, junto con terapias farmacológicas o cambios en el estilo de vida para el manejo del reflujo ácido.

Paquete de diagnóstico y tratamiento de síndrome de intestino irritable (SII): Este paquete puede incluir pruebas de diagnóstico y evaluación del SII, seguido de terapias de manejo para controlar los síntomas, como cambios en la dieta y medicamentos.

Paquete de evaluación de enfermedades inflamatorias intestinales (enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa): Este paquete puede incluir pruebas de diagnóstico específicas, como colonoscopia con biopsia y pruebas de sangre, seguido de un plan de tratamiento individualizado que puede incluir medicamentos y cambios en la dieta.

Paquete de atención nutricional: Este paquete puede incluir consultas con un dietista para abordar problemas nutricionales relacionados con enfermedades gastrointestinales o para ayudar con el manejo de afecciones como la enfermedad celíaca o la intolerancia a ciertos alimentos.

Es importante tener en cuenta que los paquetes de atención personalizada pueden variar según la ubicación y la experiencia del gastroenterólogo.

Además, algunos paquetes pueden estar más enfocados en el diagnóstico y tratamiento de condiciones específicas, mientras que otros pueden centrarse en el manejo preventivo y general de la salud digestiva.

Si te interesa un paquete de atención personalizada, te recomendamos que nos consultes directamente para obtener información específica sobre los servicios que ofrecemos.

Todos nuestros médicos y médicas en el área de gastroenterología se encuentran acreditados como especialistas gastroenterólogos.

Puedes esperar de ellos una atención amable donde la prioridad es aclarar todas tus dudas y encontrar el mejor tratamiento para ti.

Buscamos activamente a los mejores doctores, aquellos que se mantienen en constante capacitación a nivel nacional e internacional, para poder brindar el mejor servicio en cuestión de atención médica de calidad.

Ponemos mucho cuidado en que cada consulta sea una experiencia agradable. Los doctores y personal de enfermería certificado harán todo lo posible por mantenerte cómoda y plenamente informada durante toda la consulta.

Puedes confiar en nuestros especialistas que, junto al resto de nuestro equipo médico, se encargará de mantener y actualizar tu expediente con cada visita permitiéndonos atenderte de una manera personal.

Todo lo anterior para poder ofrecer la mejor atención por un equipo de cardiólogos certificados y activos en la comunidad médica.

Que un médico sea un gastroenterólogo certificado significa que ha completado una formación especializada en endocrinología y ha obtenido la certificación correspondiente de una entidad o asociación médica reconocida.

Para convertirse en especialista en gastroenterología, un médico debe completar una residencia en medicina interna, que es una formación general en medicina que abarca diferentes áreas médicas.

Después de la residencia, el médico debe completar un entrenamiento en gastroenterología, que suele durar dos o tres años. Durante este período, el médico adquiere conocimientos y experiencia especializados en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades del sistema digestivo, así como en la realización de procedimientos endoscópicos.

Una vez que ha completado con éxito la especialización en gastroenterología, el médico está calificado como gastroenterólogo y puede ejercer de manera independiente como especialista en esta área.

Los gastroenterólogos de Punto Clínico están capacitados para tratar una amplia gama de condiciones gastrointestinales, hepáticas y pancreáticas, desde problemas comunes como el reflujo gastroesofágico y el síndrome de intestino irritable, hasta condiciones más complejas como la enfermedad inflamatoria intestinal, las enfermedades hepáticas y los trastornos pancreáticos.

Al ser especialistas en gastroenterología, nuestros médicos pueden realizar procedimientos endoscópicos, como la colonoscopia y la gastroscopia, para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades gastrointestinales.

Además, se centran en la prevención, detección temprana y manejo de enfermedades digestivas, incluido el cáncer colorrectal.

Un especialista en gastroenterología es un médico altamente capacitado y experto en el diagnóstico, tratamiento y cuidado integral de enfermedades y afecciones que afectan el sistema digestivo.

Si tienes preocupaciones o síntomas relacionados con tu salud digestiva, es recomendable buscar atención médica con un gastroenterólogo para una evaluación y manejo adecuados.

En Punto Clínico queremos que te sientas como en casa.

Si nos lo permites, nuestra prioridad al atenderte siempre será:

1- Diagnosticar correctamente.

2- Realizar el tratamiento correspondiente de la manera adecuada.

3- Dar el debido seguimiento para su resolución y/o control.

En la actualidad existen numerosos métodos y procesos a través de los cuales se pueden erradicar o minimizar los síntomas de una gran variedad de condiciones.

Existen distintos tipos de tratamiento que ponemos a tu alcance.

Acércate a nosotros, te atenderemos con mucho gusto para ayudarte a gozar del mejor estado de salud posible. Todo nuestro equipo y recursos médicos están a tu disposición.

El equipo de médico(a)s especialistas en Gastroenterología de Punto Clínico está conformado por un grupo de profesionales de la salud apasionados por sus pacientes, que toman en cuenta las situaciones únicas por las que está pasando su paciente, que buscan de manera proactiva mejorar sus métodos, técnicas o procedimientos y que son conscientes de la importancia de un trato amable y empático hacia todas las personas que atiende.

Nuestro equipo de Gastroenterólogos está listo para recibirte en instalaciones limpias y modernas, debidamente equipadas con todo el equipo médico necesario para brindarte una atención completa y de alta calidad.

Agenda tu cita para realizar tu chequeo con comodidad y certeza.

Nuestros Servicios

Los métodos, equipos y procedimientos descritos pueden variar por médico y sucursal sin previo aviso.

Es una evaluación médica completa y especializada realizada por un Gastroenterólogo de Punto Clínico.

Esta evaluación tiene como objetivo identificar y diagnosticar posibles afecciones gastrointestinales y hepáticas, así como proporcionar una visión holística de la salud digestiva del paciente.  Normalmente consta de los siguientes pasos:

Historia clínica: El gastroenterólogo recopilará una historia clínica detallada del paciente, incluyendo información sobre los síntomas actuales, antecedentes médicos, cirugías previas, alergias a medicamentos y hábitos alimenticios.

Examen físico: Se realizará un examen físico completo, con énfasis en el abdomen y otras áreas relacionadas con el sistema digestivo, para detectar posibles signos clínicos de afecciones gastrointestinales.

Evaluación de síntomas: El paciente tendrá la oportunidad de describir en detalle sus síntomas, como dolor abdominal, acidez estomacal, cambios en los hábitos intestinales, náuseas, vómitos, entre otros.

Pruebas de laboratorio: Se pueden solicitar análisis de sangre y otras pruebas de laboratorio para evaluar la función hepática, la función pancreática, la presencia de inflamación, la presencia de anticuerpos específicos para enfermedades autoinmunes gastrointestinales, entre otros.

Pruebas de imagen: Si es necesario, se pueden realizar pruebas de imagen como radiografías, ecografías abdominales, tomografías computarizadas o resonancias magnéticas para obtener una mejor visualización de los órganos del sistema digestivo y detectar posibles anomalías.

Endoscopia: En algunos casos, se puede realizar una endoscopia, que incluye una gastroscopia o colonoscopia, para evaluar directamente el esófago, estómago, intestino delgado o colon. Durante la endoscopia, el gastroenterólogo también puede tomar muestras de tejido para biopsia si es necesario.

Evaluación de la dieta y estilo de vida: El gastroenterólogo puede discutir la dieta y el estilo de vida del paciente y ofrecer recomendaciones para mejorar la salud digestiva.

Diagnóstico y plan de tratamiento: Una vez que se hayan recopilado todos los datos, el gastroenterólogo discutirá el diagnóstico con el paciente y elaborará un plan de tratamiento individualizado. Esto puede incluir cambios en la dieta, medicamentos, terapias endoscópicas o cirugía, según sea necesario.

Una evaluación gastroenterológica integral es esencial para el diagnóstico preciso y el manejo adecuado de enfermedades y afecciones gastrointestinales.

Si tienes síntomas o inquietudes relacionadas con tu sistema digestivo, es importante buscar atención médica con un gastroenterólogo para una evaluación completa y un enfoque integral para tu salud digestiva.

Es un procedimiento médico que permite al gastroenterólogo examinar el interior del esófago, el estómago y el duodeno (la primera parte del intestino delgado) utilizando un instrumento llamado endoscopio.

El endoscopio es un tubo flexible con una pequeña cámara y una luz en el extremo que permite al médico ver las imágenes en tiempo real en un monitor.

El procedimiento de endoscopia gastrointestinal se realiza con el paciente sedado para minimizar cualquier molestia o incomodidad durante el examen. A continuación, se describe cómo suele realizarse la endoscopia gastrointestinal:

Preparación: Antes de la endoscopia, el paciente debe seguir las instrucciones del gastroenterólogo sobre la preparación adecuada para el procedimiento. Esto puede incluir la restricción de alimentos y líquidos durante varias horas antes del examen y el uso de laxantes o enemas para limpiar el tracto gastrointestinal.

Administración de sedación: Durante el procedimiento, se administra sedación al paciente para que esté relajado y cómodo. Algunas veces se usa anestesia local en la garganta para adormecer la zona y evitar que el paciente tenga arcadas o molestias mientras se introduce el endoscopio.

Introducción del endoscopio: El endoscopio se introduce a través de la boca del paciente y se guía suavemente hacia el esófago, el estómago y el duodeno. La cámara del endoscopio envía imágenes en tiempo real al monitor, lo que permite al médico examinar cuidadosamente el revestimiento interno de estos órganos.

Inspección y toma de muestras: Durante la endoscopia, el gastroenterólogo examina la mucosa del esófago, estómago y duodeno en busca de signos de inflamación, úlceras, tumores o pólipos. Si se encuentra alguna anomalía, el médico puede tomar muestras de tejido (biopsias) para enviarlas al laboratorio y obtener un diagnóstico preciso.

Tratamiento: Además de su función diagnóstica, el endoscopio también puede ser utilizado para realizar algunos tratamientos. Por ejemplo, se puede realizar una polipectomía para extirpar pólipos, o se pueden realizar procedimientos de hemostasia para detener el sangrado en caso de úlceras o lesiones.

Finalización del procedimiento: Una vez que se completa el examen y cualquier procedimiento necesario, el endoscopio se retira suavemente. El paciente se recupera en una sala de recuperación hasta que la sedación haya disminuido lo suficiente para permitir el alta médica.

La endoscopia gastrointestinal es una herramienta valiosa para el diagnóstico y tratamiento de diversas condiciones gastrointestinales. Es un procedimiento seguro y bien tolerado por la mayoría de los pacientes. Si tu médico te ha recomendado una endoscopia gastrointestinal, es importante seguir las instrucciones de preparación y acudir al procedimiento para obtener un diagnóstico preciso y un adecuado manejo de tu salud digestiva.

Es un procedimiento médico que permite al gastroenterólogo examinar el interior del colon y el recto utilizando un instrumento llamado colonoscopio.

El colonoscopio es un tubo largo y flexible con una pequeña cámara y una luz en el extremo, que permite al médico visualizar las imágenes en tiempo real en un monitor.

El procedimiento de colonoscopia se realiza con el paciente sedado para minimizar cualquier molestia o incomodidad durante el examen. A continuación, se describe cómo suele llevarse a cabo una colonoscopia:

Preparación: Antes de la colonoscopia, el paciente debe seguir las instrucciones del gastroenterólogo sobre la preparación adecuada. Esto generalmente implica una dieta líquida el día anterior al procedimiento y el uso de laxantes o enemas para limpiar el colon.

Administración de sedación: Durante el procedimiento, se administra sedación al paciente para que esté relajado y cómodo. La sedación también ayuda a evitar que el paciente sienta molestias durante la colonoscopia.

Introducción del colonoscopio: El colonoscopio se introduce suavemente a través del recto y se avanza lentamente a lo largo del colon. A medida que el médico avanza, puede inspeccionar visualmente la mucosa del colon para detectar cualquier anomalía.

Inspección y toma de muestras: Durante la colonoscopia, el gastroenterólogo busca signos de inflamación, úlceras, pólipos u otras anomalías en el revestimiento del colon. Si se encuentra algún pólipo o área sospechosa, el médico puede tomar muestras de tejido (biopsias) para su posterior análisis en el laboratorio.

Extirpación de pólipos: Si se detectan pólipos durante la colonoscopia, el médico puede realizar una polipectomía, que es la extirpación de los pólipos mediante el uso de instrumentos a través del colonoscopio. Esta medida es preventiva, ya que algunos pólipos pueden ser precancerosos y su extirpación temprana puede prevenir el desarrollo de cáncer colorrectal.

Finalización del procedimiento: Una vez que el médico ha examinado todo el colon y realizado cualquier procedimiento necesario, el colonoscopio se retira suavemente. El paciente se recupera en una sala de recuperación hasta que la sedación haya disminuido lo suficiente para permitir el alta médica.

La colonoscopia es una herramienta valiosa para el diagnóstico y prevención del cáncer colorrectal y otras condiciones del colon. Es un procedimiento seguro y bien tolerado por la mayoría de los pacientes.

Si tu médico te ha recomendado una colonoscopia, es importante seguir las instrucciones de preparación y acudir al procedimiento para obtener un diagnóstico preciso y un adecuado manejo de tu salud digestiva.

El manejo de enfermedades gastrointestinales depende en gran medida del tipo y la gravedad de la enfermedad específica que esté afectando al paciente.

Cada enfermedad gastrointestinal puede requerir un enfoque diferente en términos de diagnóstico, tratamiento y manejo. Sin embargo, a grandes rasgos, el manejo de enfermedades gastrointestinales puede incluir lo siguiente:

Diagnóstico preciso: Un diagnóstico preciso es fundamental para un manejo adecuado. Los gastroenterólogos y otros especialistas médicos utilizan una variedad de pruebas y exámenes, como análisis de sangre, pruebas de imagen, endoscopias y biopsias, para identificar la causa de los síntomas y establecer un diagnóstico adecuado.

Tratamiento farmacológico: Muchas enfermedades gastrointestinales pueden manejarse con medicamentos específicos. Por ejemplo, los antiácidos pueden ayudar a controlar el reflujo gastroesofágico, los medicamentos antidiarreicos pueden ayudar a controlar la diarrea y los antiinflamatorios pueden ser utilizados para tratar enfermedades inflamatorias intestinales como la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa.

Cambios en la dieta y el estilo de vida: En algunas enfermedades gastrointestinales, cambios en la dieta y el estilo de vida pueden ser fundamentales para mejorar los síntomas y la calidad de vida. Por ejemplo, en el síndrome del intestino irritable, puede ser útil identificar y evitar alimentos desencadenantes y mantener una dieta equilibrada y rica en fibra.

Procedimientos endoscópicos: Algunas enfermedades gastrointestinales pueden tratarse mediante procedimientos endoscópicos, como la extirpación de pólipos, la dilatación de estenosis o la cauterización de úlceras. Estos procedimientos se realizan a través de un endoscopio y pueden ayudar a mejorar los síntomas y prevenir complicaciones.

Cirugía: En casos graves o cuando otras opciones de tratamiento no son efectivas, la cirugía puede ser necesaria para tratar enfermedades gastrointestinales. Por ejemplo, la cirugía puede ser necesaria para extirpar tumores o reparar órganos dañados.

Manejo a largo plazo: En muchas enfermedades gastrointestinales, el manejo es un proceso a largo plazo que puede requerir seguimiento médico regular, pruebas de seguimiento y ajustes en el tratamiento según sea necesario.

Es importante destacar que el manejo de enfermedades gastrointestinales es altamente individualizado y debe ser realizado por un médico especialista en gastroenterología u otro especialista médico calificado. Si tienes síntomas o inquietudes relacionadas con tu salud digestiva, es recomendable buscar atención médica para una evaluación adecuada y un manejo adecuado de tu condición.

El tratamiento de enfermedades hepáticas varía según el tipo y la gravedad de la afección específica.

El hígado es un órgano esencial en el cuerpo, y su función es vital para la salud general. Algunas enfermedades hepáticas son agudas y pueden resolverse con el tiempo, mientras que otras son crónicas y requieren un manejo a largo plazo.

A continuación, se describen algunas estrategias y enfoques generales utilizados en el tratamiento de enfermedades hepáticas:

Cambios en el estilo de vida: En muchos casos, los cambios en el estilo de vida pueden ser fundamentales para el manejo de enfermedades hepáticas. Esto puede incluir evitar el consumo de alcohol en caso de enfermedades hepáticas relacionadas con el alcohol, llevar una dieta saludable y equilibrada, mantener un peso adecuado y evitar ciertos medicamentos que puedan dañar el hígado.

Medicamentos: En algunas enfermedades hepáticas, como la hepatitis viral crónica, se pueden utilizar medicamentos antivirales para suprimir la replicación del virus y reducir el daño al hígado. También se pueden prescribir otros medicamentos para aliviar los síntomas y mejorar la función hepática.

Control de enfermedades concomitantes: Es importante controlar otras condiciones de salud que pueden afectar el hígado, como la diabetes y la hipertensión arterial.

Tratamiento de complicaciones: Algunas enfermedades hepáticas pueden causar complicaciones graves, como ascitis (acumulación de líquido en el abdomen) o encefalopatía hepática (daño cerebral debido a la acumulación de toxinas). El tratamiento de estas complicaciones puede ser necesario para mejorar la calidad de vida y prevenir situaciones de emergencia.

Trasplante de hígado: En casos graves de enfermedad hepática en los que el hígado está dañado irreversiblemente, puede ser necesaria la consideración de un trasplante de hígado. Este procedimiento implica reemplazar el hígado enfermo por un hígado sano de un donante.

Seguimiento y monitoreo: Para las enfermedades hepáticas crónicas, el seguimiento y monitoreo son fundamentales para evaluar la progresión de la enfermedad y ajustar el tratamiento según sea necesario.

Es importante recordar que el tratamiento de enfermedades hepáticas debe ser realizado por un médico especialista en gastroenterología o hepatología, ya que el manejo de estas condiciones es altamente especializado.

Si tienes síntomas o diagnóstico de una enfermedad hepática, es fundamental buscar atención médica adecuada para recibir un diagnóstico preciso y un manejo adecuado de tu condición.

El manejo de trastornos de la vesícula biliar y el páncreas depende del tipo y la gravedad de la afección específica.

Tanto la vesícula biliar como el páncreas desempeñan funciones vitales en el sistema digestivo y pueden verse afectados por diversas condiciones médicas. A continuación, se describen algunos enfoques generales utilizados en el manejo de trastornos de la vesícula biliar y el páncreas:

Cambios en la dieta: En algunos trastornos de la vesícula biliar, como los cálculos biliares, se pueden recomendar cambios en la dieta para reducir los síntomas y evitar desencadenantes. Por ejemplo, se puede aconsejar una dieta baja en grasas para aliviar la irritación de la vesícula biliar.

Medicamentos: En algunos casos, se pueden prescribir medicamentos para aliviar los síntomas y tratar las afecciones subyacentes. Por ejemplo, en el caso de la pancreatitis, pueden utilizarse analgésicos para controlar el dolor y enzimas pancreáticas para ayudar en la digestión.

Tratamiento endoscópico: Algunos trastornos del páncreas pueden requerir tratamientos endoscópicos para drenar quistes, desbloquear conductos obstruidos o extirpar tumores.

Cirugía: En casos más graves o cuando otros tratamientos no son efectivos, puede ser necesario recurrir a la cirugía. Por ejemplo, la colecistectomía es un procedimiento común para extirpar la vesícula biliar en caso de cálculos biliares recurrentes o inflamación crónica.

Tratamiento de complicaciones: Algunos trastornos de la vesícula biliar y el páncreas pueden causar complicaciones graves, como la formación de abscesos o infecciones. Estas complicaciones deben ser tratadas de manera adecuada.

Manejo a largo plazo: Para trastornos crónicos, como la pancreatitis crónica, el manejo a largo plazo es fundamental para controlar los síntomas y prevenir exacerbaciones.

Es importante destacar que el manejo de trastornos de la vesícula biliar y el páncreas debe ser realizado por un médico especialista en gastroenterología o hepatología, ya que estas condiciones requieren una atención médica especializada.

Si tienes síntomas o diagnóstico de trastornos de la vesícula biliar o el páncreas, es fundamental buscar atención médica adecuada para recibir un diagnóstico preciso y un manejo adecuado de tu condición.

Más Información

Los métodos, equipos y procedimientos descritos pueden variar por médico y sucursal sin previo aviso.

Debes consultar a un gastroenterólogo si experimentas cualquiera de los siguientes síntomas o situaciones relacionadas con tu sistema digestivo:

Dolor abdominal persistente o recurrente.

Acidez estomacal frecuente o reflujo gastroesofágico (ERGE).

Cambios en los hábitos intestinales, como diarrea crónica o estreñimiento persistente.

Sangrado rectal o heces con sangre.

Pérdida de peso no intencional.

Dificultad para tragar o sensación de que los alimentos se quedan atascados en el esófago.

Heces de color claro o arcilla, lo que puede indicar problemas en el sistema biliar.

Hinchazón abdominal o sensación de plenitud después de comer una pequeña cantidad de alimentos.

Cambios en el color de la piel o los ojos, que pueden ser indicativos de problemas hepáticos.

Antecedentes familiares de enfermedades gastrointestinales o hepáticas.

Historial de enfermedades gastrointestinales crónicas, como enfermedad inflamatoria intestinal.

Detección de sangre oculta en heces.

Sospecha de enfermedades relacionadas con el gluten, como la enfermedad celíaca.

Síntomas persistentes de indigestión o malestar estomacal.

Síntomas de intolerancia a ciertos alimentos o alergias alimentarias.

En general, si experimentas cualquier síntoma o afección que afecte tu sistema digestivo y persiste durante más de unas pocas semanas, es recomendable buscar atención médica con un gastroenterólogo.

El gastroenterólogo es el especialista más capacitado para diagnosticar y manejar una amplia variedad de trastornos gastrointestinales y hepáticos.

Recuerda que la detección temprana y el diagnóstico adecuado pueden ser clave para un tratamiento efectivo y para evitar complicaciones a largo plazo.

No dudes en programar una consulta con un gastroenterólogo en Punto Clínico si tienes alguna preocupación relacionada con tu salud digestiva.

– Cáncer de Colon
– Colitis
– Colon Irritable
– Diarrea Aguda o Crónica
– Gastritis
– Helicobacter Pylori
– Pancreatitis
– Reflujo
– Sangrado de Tubo Digestivo
– Varices Esofágicas
– Entre Otros…

Si no encuentras en la lista algún padecimiento que necesite atención, ¡Contáctanos!
Será un placer atenderte.

Además de los servicios comunes que realiza un gastroenterólogo, como las endoscopias y colonoscopias, existen otros servicios gastroenterológicos que se enfocan en abordar diversas afecciones y necesidades relacionadas con el sistema digestivo.

Algunos de estos servicios incluyen:

Tratamiento de enfermedades hepáticas: Los gastroenterólogos pueden especializarse en el diagnóstico y manejo de enfermedades hepáticas, como la hepatitis, la cirrosis, la esteatosis hepática (hígado graso) y otras afecciones del hígado.

Tratamiento de enfermedades del páncreas: Los gastroenterólogos también pueden abordar enfermedades del páncreas, como la pancreatitis aguda y crónica, los quistes pancreáticos y los tumores pancreáticos.

Tratamiento de enfermedades biliares: Los trastornos de la vesícula biliar y los conductos biliares, como los cálculos biliares y la colecistitis, son atendidos por los gastroenterólogos.

Tratamiento de enfermedades intestinales inflamatorias: Los gastroenterólogos pueden manejar afecciones como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, que son enfermedades intestinales inflamatorias crónicas.

Tratamiento de enfermedades gastrointestinales funcionales: Los trastornos gastrointestinales funcionales, como el síndrome del intestino irritable, la dispepsia funcional y la gastroparesia, también son tratados por los gastroenterólogos.

Tratamiento de enfermedades del esófago: Los gastroenterólogos pueden diagnosticar y manejar afecciones como el reflujo gastroesofágico (ERGE), la acalasia y los trastornos de la motilidad esofágica.

Tratamiento de enfermedades relacionadas con el gluten: Los gastroenterólogos pueden atender a pacientes con enfermedad celíaca, una afección autoinmune en la que el consumo de gluten provoca daño en el intestino delgado.

Diagnóstico y tratamiento de sangrado gastrointestinal: Los gastroenterólogos pueden evaluar y tratar el sangrado gastrointestinal, que puede ser causado por diversas afecciones, como úlceras, pólipos, tumores o lesiones.

Tratamiento de enfermedades intestinales parasitarias e infecciosas: Los gastroenterólogos también pueden abordar infecciones intestinales causadas por parásitos, bacterias o virus.

Estos son solo algunos ejemplos de los servicios gastroenterológicos adicionales que se ofrecen para atender diversas afecciones y necesidades relacionadas con el sistema digestivo. Es importante consultar a un gastroenterólogo si experimentas síntomas o inquietudes relacionadas con tu salud gastrointestinal para recibir un diagnóstico adecuado y un manejo efectivo de tu condición.

Una consulta en Punto Clínico es una experiencia sumamente profesional. Utilizando equipo de última tecnología, nuestros Doctores y Especialistas altamente capacitados, te atenderán de manera integral en instalaciones modernas, limpias y debidamente sanitizadas.

Mientras estés en la consulta, que dura 30 minutos, los expertos de Punto Clínico elaborarán tu Historial Clínico Electrónico, recopilando toda tu información para que puedas tener acceso a ella cuando lo necesites. En algunos casos, cuando el paciente lo necesite, se puede recomendar hacer una reserva doble con el objetivo de satisfacer cualquier duda que pueda surgir.

Te invitamos a hacer tu visita lo antes posible, los Médicos Especialistas, el personal de Enfermería y todo el staff administrativo y de soporte te brindarán la atención personalizada que tu necesitas. Si agendas tu cita con suficiente anticipación podrás escoger el horario en el que prefieres visitarnos.

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