Hola, ¿cómo están? Soy la doctora Jimena González Cal y Mayor. El día de hoy vamos a platicar sobre una enfermedad que, creo, no hemos abordado en estas pláticas hasta ahora. En general, hay muchas enfermedades autoinmunes, pero ésta en específico es importante mencionarla porque muchas personas a veces no saben que la tienen, no saben qué está pasando, o no saben a dónde acudir. Vamos a hablar un poco acerca de la Esclerosis Múltiple.
La Esclerosis Múltiple es una enfermedad que afecta el sistema nervioso y puede provocar discapacidad. Ataca las fibras nerviosas que se encuentran en el cerebro y la médula espinal en general. Lo que ocasiona esta enfermedad autoinmune es que nuestro sistema inmunológico ataca la vaina protectora que recubre las fibras nerviosas. Esto provoca problemas en la comunicación entre nuestro cerebro y el resto del cuerpo, ya que la vaina protectora de la fibra nerviosa, llamada mielina, se deteriora con el tiempo, ocasionando daño permanente a las fibras nerviosas.
Los signos y síntomas de esta enfermedad varían mucho dependiendo del paciente y de la ubicación y gravedad del daño en las fibras nerviosas. Algunas personas con Esclerosis Múltiple avanzada pueden perder la capacidad para caminar y pueden necesitar ayuda o dejar de caminar por completo. Otras personas pueden tener largos periodos de remisión sin presentar síntomas nuevos, pero todo depende del tipo de Esclerosis Múltiple que tengan.
Es importante saber que esta enfermedad no tiene cura, pero sí existen tratamientos que ayudan a acelerar la recuperación cuando el paciente está en crisis, para cambiar el curso de la enfermedad y controlar los síntomas. Dentro de que es una enfermedad que no tiene cura, sí hay tratamientos que ayudan a que no progrese y a tratar los síntomas que se tengan en ese momento.
Por favor, si tienen alguno de estos síntomas o condiciones, acudan al médico neurólogo, al reumatólogo, o al médico internista para una valoración adecuada. Siempre pongan su salud primero y acudan a Punto Clínico con nuestros especialistas para recibir atención especializada. Hasta luego.
La Esclerosis Múltiple (EM) es una enfermedad crónica del sistema nervioso central que afecta a más de dos millones de personas en todo el mundo. Esta condición se caracteriza por el daño a la mielina, la capa protectora que recubre las fibras nerviosas, lo que interfiere con la transmisión de los impulsos nerviosos entre el cerebro y el resto del cuerpo. La causa exacta de la esclerosis múltiple aún no se comprende completamente, pero se cree que involucra una combinación de factores genéticos, ambientales e inmunológicos.
Los síntomas de la esclerosis múltiple varían ampliamente entre los pacientes y pueden incluir fatiga, debilidad muscular, problemas de visión, dificultades cognitivas, trastornos del equilibrio y la coordinación, problemas intestinales y urinarios, entre otros. Estos síntomas pueden aparecer de manera gradual o repentina, y su severidad puede fluctuar con el tiempo, lo que dificulta el diagnóstico y el manejo de la enfermedad.
El diagnóstico de la esclerosis múltiple suele requerir una combinación de pruebas clínicas, estudios de imagen cerebral (como resonancias magnéticas) y análisis de líquido cefalorraquídeo. No existe una sola prueba definitiva para diagnosticar la EM, y los médicos suelen basarse en la historia clínica del paciente, los síntomas y los resultados de las pruebas para llegar a un diagnóstico preciso.
El tratamiento de la esclerosis múltiple tiene como objetivo controlar los síntomas, prevenir brotes y retrasar la progresión de la enfermedad. Se utilizan una variedad de enfoques terapéuticos, que pueden incluir medicamentos para reducir la inflamación y modular la respuesta inmune, terapia física y ocupacional para mejorar la función motora y la calidad de vida, y cambios en el estilo de vida, como la dieta y el ejercicio.
Aunque la esclerosis múltiple no tiene cura, muchos pacientes pueden llevar vidas plenas y activas con el tratamiento adecuado y el apoyo adecuado. Es importante que los pacientes con EM trabajen en estrecha colaboración con un equipo médico especializado, que puede incluir neurólogos, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, trabajadores sociales y otros profesionales de la salud, para manejar eficazmente la enfermedad y mejorar su calidad de vida.
El apoyo emocional y psicológico también es fundamental en el manejo de la esclerosis múltiple, ya que la enfermedad puede tener un impacto significativo en el bienestar emocional y la salud mental de los pacientes. La educación sobre la enfermedad, el acceso a recursos y grupos de apoyo, y la comunicación abierta con amigos, familiares y profesionales de la salud pueden ayudar a los pacientes a hacer frente a los desafíos físicos y emocionales asociados con la EM.
En resumen, la esclerosis múltiple es una enfermedad compleja y variable que afecta el sistema nervioso central y puede tener un impacto significativo en la vida diaria de los pacientes. Con un diagnóstico temprano, un tratamiento adecuado y un enfoque integral del manejo de la enfermedad, muchos pacientes pueden llevar vidas plenas y activas a pesar de los desafíos que presenta la EM.
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