Hola, ¿cómo estás? Soy la doctora Ximena González Calimayor y el día de hoy vamos a platicar sobre un tema médico un poquito diferente: la hernia. Dentro de las hernias hay varios tipos, pero hoy hablaremos específicamente de la hernia inguinal.
La hernia inguinal ocurre cuando una porción de tejido, como una parte del intestino, empuja hacia afuera a través de un área debilitada en los músculos abdominales. Este bulto puede ser doloroso, especialmente al toser, inclinarse o levantar objetos pesados. Es importante saber que muchas hernias no causan dolor, pero eso no significa que no existan.
Una hernia inguinal no es necesariamente peligrosa, pero si no mejora por sí sola, puede presentar complicaciones potencialmente graves. Por eso, es común que el médico recomiende cirugía para reparar la hernia, antes de que esta cause dolor severo, se agrande o incluso provoque que el tejido intestinal quede atrapado y sin irrigación sanguínea.
La cirugía para reparar una hernia es un procedimiento muy frecuente y generalmente muy controlado.
Síntomas comunes de una hernia inguinal:
Bulto en la zona inguinal (lado derecho o izquierdo del pubis), que se hace más notorio al hacer esfuerzo.
Sensación de ardor o molestia en el área del bulto.
Dolor o incomodidad al caminar o al mover la pierna.
Debilidad o presión en la ingle.
Inflamación testicular (en hombres), si el intestino desciende hacia el escroto.
Signos de complicación (urgencia médica):
No poder reintroducir el bulto.
Dolor intenso, náuseas, vómito, fiebre.
Bulto rojo, morado u oscuro.
Incapacidad para evacuar o eliminar gases.
Causas y factores de riesgo:
Presión abdominal aumentada por esfuerzo, tos crónica, estornudos frecuentes, estreñimiento, embarazo o levantamiento de peso excesivo.
Edad avanzada.
Ser hombre.
Tener antecedentes familiares de hernia.
Hernias previas o ya reparadas.
Prevención y tratamiento: Siempre se debe acudir con un especialista, idealmente un gastroenterólogo o cirujano general, para su valoración y manejo. No automedicarse ni hacerse masajes caseros.
La hernia inguinal es una afección común que se presenta cuando una parte del intestino sobresale a través de una debilidad en la pared abdominal, formando un bulto visible, sobre todo al hacer esfuerzo físico. Aunque no siempre produce dolor, puede conllevar complicaciones graves como el estrangulamiento del tejido intestinal. La solución más común es la cirugía, especialmente cuando se detecta a tiempo. Acudir con un especialista es esencial para evitar complicaciones que pueden comprometer la vida del paciente.
Si notas un bulto inusual en tu ingle, no lo ignores. Aunque no duela, puede estar indicando una hernia inguinal. Cuanto antes sea evaluada por un profesional, mejor será el pronóstico y menor el riesgo de complicaciones graves.
Evita automedicarte o seguir consejos caseros sin respaldo médico. En Punto Clínico contamos con gastroenterólogos y cirujanos expertos que pueden brindarte el diagnóstico y tratamiento adecuados. Recuerda: actuar a tiempo puede hacer la diferencia.
*Toda la información aquí contenida se publica con fines informativos y no reemplaza la evaluación de un(a) Médico(a) capacitado(a) para hacerlo. Todo método, procedimiento y/o equipo aquí descrito puede variar por médico y sucursal sin previo aviso. Ante cualquier duda, consúltanos directamente.