Hola, ¿cómo están? Soy la doctora Jimena González Cal y Mayor. Como han visto en nuestra página de internet, durante todo el mes de mayo hemos estado platicando sobre enfermedades cardiovasculares. Hoy quiero hablarles de un tema muy importante: el infarto cardíaco o ataque al corazón.
En México, aproximadamente 220,000 personas fallecieron en 2021 por enfermedades cardiovasculares, y de estas, 177,000 fueron por infarto cardíaco. Muchas de estas muertes podrían haberse evitado controlando factores de riesgo como el tabaquismo, la hipertensión arterial no tratada, el colesterol alto y la diabetes descontrolada.
El infarto ocurre cuando se bloquea el flujo sanguíneo al corazón, usualmente debido a depósitos de grasa, colesterol y otras sustancias que forman placas en las arterias coronarias. Cuando una de estas placas se rompe, puede formar un coágulo que bloquea el flujo de sangre, dañando el músculo cardíaco.
Los síntomas de un infarto pueden variar. Pueden incluir dolor en el pecho, molestias en brazo, hombro, espalda, mandíbula o dientes, sudoración fría, fatiga extrema, indigestión, náuseas, mareos y dificultad para respirar. En adultos mayores, puede haber confusión y dolor de espalda como síntomas principales.
Es fundamental acudir a urgencias ante cualquier sospecha de infarto, ya que actuar rápidamente puede salvar vidas. En Punto Clínico contamos con excelentes especialistas en cardiología que pueden atenderte de manera oportuna y adecuada.
El infarto de miocardio, también conocido como ataque al corazón, es una emergencia médica crítica que ocurre cuando el flujo sanguíneo que abastece al corazón se bloquea de manera repentina. Esta interrupción, usualmente causada por placas de colesterol, provoca la muerte del tejido cardíaco si no se restaura el flujo de sangre rápidamente.
Entre los factores de riesgo más relevantes para sufrir un infarto se encuentran el tabaquismo, la hipertensión arterial no controlada, niveles elevados de colesterol, obesidad, diabetes, sedentarismo y antecedentes familiares de enfermedades cardíacas. Muchos de estos factores pueden prevenirse o controlarse con cambios en el estilo de vida y chequeos médicos regulares.
Los síntomas de un infarto incluyen dolor en el pecho que puede irradiar hacia el brazo izquierdo, el cuello, la espalda o la mandíbula. También se pueden presentar náuseas, sudoración excesiva, dificultad para respirar y fatiga extrema. Es importante mencionar que en mujeres y adultos mayores, los síntomas pueden ser atípicos, como dolor de espalda o mareos.
La prevención juega un papel esencial. Realizarse chequeos médicos de forma regular, mantener un peso saludable, hacer ejercicio, dejar de fumar y controlar enfermedades como la diabetes e hipertensión son medidas clave para reducir el riesgo de infarto.
Finalmente, reconocer los síntomas de forma temprana y buscar atención médica inmediata puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte. El tratamiento rápido, que puede incluir medicamentos, cateterismo cardíaco o cirugía, mejora significativamente el pronóstico del paciente.
La detección temprana de un infarto puede salvar vidas. Escuchar a tu cuerpo, no subestimar síntomas como dolor en el pecho o dificultad para respirar, y acudir de inmediato al médico son acciones vitales. La medicina preventiva es tu mejor aliada.
En Punto Clínico contamos con cardiólogos altamente capacitados que te acompañarán en todo el proceso de prevención, diagnóstico y tratamiento. No esperes a que sea demasiado tarde: ¡cuida hoy tu salud cardiovascular!
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