¡Hola! ¿Cómo estás? Soy la doctora Jimena González Cal y Mayor y vamos a platicar un poquito acerca del Papanicolau. Esta prueba se utiliza para detectar cáncer de cuello uterino entre otras afecciones y generalmente se tiene que realizar junto con un examen pélvico. Para mujeres de más de treinta años, esta prueba se puede combinar junto con un examen para detectar el virus del papiloma humano que, como sabemos y lo hemos platicado en otros vídeos y en las pláticas quedábamos antes, una infección es una transfección de transmisión sexual muy común que puede causar cáncer de cuello uterino. Lo importante del Papanicolau y lo indicado es que se comience a realizar a partir de los veintiún años.
Ahora, ¿con qué frecuencia se debe repetir la prueba de Papanicolau? Lo ideal es que sea de forma anual al menos de los veintiún a los sesenta y cinco años. Si tu médico te indica algo diferente, es algo cuestión de cada médico y obviamente cuestión de cada paciente.
Ahora, sí hay factores de riesgo, generalmente te puede decir que sea un poco más frecuente sin importar la edad. Por ejemplo, no que hayas tenido un diagnóstico de cáncer de útero o un Papanicolau que haya mostrado células precancerosas, que tengas infección por VIH, que tengas un sistema débil e inmunodeprimido por cualquier tipo de ocasión o de causa, que sea como por ejemplo un trasplante de algún órgano, que estés en quimioterapia, uso crónico de medicamentos corticosteroides, que tengas un antecedente de tabaquismo.
Y bueno, ¿quién puede dejar de realizarse los Papanicolaus de rutina? En sí, mujeres. Yo le digo que se los hagan de forma anual, pero a ver, si a una mujer le hicieron una histerectomía total abdominal entonces no fue por un proceso cancerígeno, haya sido por ejemplo por fibromas o tumores subserinos, entonces sí puede llegar a no realizarse de forma de rutina, pero ojo, esto se los debe decir su médico, no lo pueden determinar ustedes.
Pero si se hizo la histerectomía debido a un trastorno que sea canceroso o precanceroso, entonces te sigue indicando que sea algo de rutina. Si eres una mujer mayor de sesenta y cinco años y todas tus pruebas previas han sido negativas, el médico puede indicarte que sea un poco más espaciado y no de forma anual. Ahora, si tienes relaciones sexuales con diferentes personas, el médico te va a seguir recomendando que lo hagas de forma de rutina, o sea, de forma anual.
Es importante mencionarles que para prepararse para esta prueba, lo ideal para que sea lo más eficaz posible es que evites tener relaciones sexuales, duchas vaginales o utilizar medicamentos vaginales como espumas, geles, ejercicios perineales, etcétera, dos días previos a la prueba porque esto pueden eliminar u ocultar células anormales y pues bueno también importante que no coincida con tu periodo mensual.
Entonces bueno, como siempre les digo, por favor no dejen para mañana lo que puedan hacer hoy. Si no se han hecho nunca el Papanicolau o si hace mucho que no se lo hacen, por favor acudan. Recuerden que en Punto Clínico tenemos excelentes ginecólogas que están para ustedes y recuerden que el precio es muy accesible que tenemos muchas sucursales entonces bueno pues messance busquen cuál es la sucursal que mejor les queda y agenda en su cita que esté muy bien y sigan escuchando estos videos hasta luego.
El Papanicolau, también conocido como Pap, es una prueba de detección de cáncer cervical y otras anomalías en el cuello uterino. Es un procedimiento fundamental en el cuidado de la salud de las mujeres, ya que puede detectar cambios celulares tempranos que podrían conducir al cáncer si no se tratan adecuadamente. Durante el examen, se toma una muestra de células del cuello uterino y se examina bajo un microscopio para identificar cualquier anomalía.
Es importante destacar que el Pap se realiza típicamente como parte de un examen pélvico de rutina, que también puede incluir pruebas para detectar el virus del papiloma humano (VPH), una infección de transmisión sexual común que puede causar cáncer cervical. Comenzar a realizar el Pap regularmente a partir de los veintiún años es esencial para detectar cualquier anormalidad temprana y tomar medidas preventivas o de tratamiento según sea necesario.
La frecuencia recomendada para realizar el Pap varía según las directrices médicas y los factores de riesgo individuales. Sin embargo, en general, se sugiere que las mujeres se realicen el Pap anualmente desde los veintiún hasta los sesenta y cinco años. Si bien la mayoría de las mujeres pueden seguir esta pauta, hay casos específicos en los que la frecuencia puede variar, como después de una histerectomía o si los resultados anteriores han sido negativos durante un período prolongado.
Existen varios factores de riesgo que pueden aumentar la probabilidad de desarrollar cáncer cervical, como antecedentes de infección por VPH, tabaquismo, sistemas inmunológicos debilitados y tener múltiples parejas sexuales. En estos casos, los médicos pueden recomendar pruebas de Pap más frecuentes para monitorear de cerca cualquier cambio en las células cervicales y tomar medidas preventivas adicionales según sea necesario.
Prepararse adecuadamente para el Pap puede mejorar la eficacia de la prueba. Evitar tener relaciones sexuales, duchas vaginales y el uso de ciertos medicamentos vaginales durante al menos dos días antes del examen puede ayudar a garantizar resultados más precisos. Además, programar la prueba en un momento en el que no esté menstruando también puede facilitar el proceso y mejorar la calidad de la muestra.
En resumen, el Pap es una herramienta invaluable en la detección temprana y la prevención del cáncer cervical. Siguiendo las recomendaciones de los profesionales de la salud y manteniendo un calendario regular de pruebas, las mujeres pueden tomar el control de su salud reproductiva y reducir el riesgo de complicaciones graves.
Recuerda que tu salud es tu responsabilidad, y realizarte el Papanicolau de manera regular es un paso importante para cuidar de ti misma. No pospongas esta prueba y prioriza tu bienestar.
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