Hola, ¿cómo están? Soy la doctora Jimena González Cal y Mayor, y hoy vamos a platicar un poquito acerca de la terapia con testosterona.
Como saben, la testosterona es una hormona producida principalmente por los testículos en los hombres. Esta hormona ayuda a mantener la densidad ósea, la distribución de la grasa corporal, la masa y fuerza muscular, el vello facial y corporal, la producción de glóbulos rojos, el impulso sexual y la producción de esperma.
Los niveles de testosterona alcanzan su punto máximo durante la adolescencia y los primeros años de la edad adulta. Sin embargo, a medida que los hombres envejecen, los niveles disminuyen gradualmente, aproximadamente un 1% al año después de los 30 o 40 años. Esta disminución puede ser parte del envejecimiento normal, pero también puede deberse a enfermedades como el hipogonadismo.
El hipogonadismo ocurre cuando los testículos o la glándula pituitaria (que los regula) tienen un problema y no pueden producir testosterona suficiente.
La terapia de reemplazo hormonal con testosterona puede administrarse en forma de inyecciones, comprimidos o parches. Esta terapia busca mejorar los síntomas de niveles bajos de testosterona.
Disminución del deseo sexual
Menos erecciones espontáneas (por ejemplo, durante el sueño)
Infertilidad
Aumento de la grasa corporal
Reducción de la masa muscular y fuerza
Disminución de la densidad ósea (riesgo de osteoporosis)
Ginecomastia (aumento de tejido mamario en hombres)
Pérdida de vello corporal
Menor energía
Cambios emocionales como depresión, tristeza o falta de concentración
Trastornos del sueño (puede empeorar la apnea del sueño)
Reacciones en la piel (en caso de parches)
Crecimiento benigno de la próstata (hiperplasia prostática benigna)
Empeoramiento de un cáncer de próstata existente
Aumento del tamaño de las mamas
Disminución en la producción de esperma y reducción del tamaño testicular
Producción excesiva de glóbulos rojos, lo cual puede aumentar el riesgo de coágulos sanguíneos, accidentes cerebrovasculares o embolias pulmonares
La terapia con testosterona puede ser útil, pero debe estar indicada y controlada por un endocrinólogo, quien evaluará los riesgos y beneficios en cada paciente. No te automediques ni sigas consejos de personas que no son profesionales de la salud.
En Punto Clínico contamos con especialistas en endocrinología que pueden orientarte correctamente.
En este video, la Dra. Jimena González Cal y Mayor explica qué es la terapia con testosterona, cuándo se indica, y cuáles son los beneficios y riesgos asociados. La testosterona es una hormona clave para la salud masculina, y sus niveles tienden a disminuir de forma progresiva con la edad, especialmente después de los 30 años.
La doctora señala que el hipogonadismo, una condición en la que el cuerpo no produce suficiente testosterona, puede ser causado por problemas en los testículos o en la glándula pituitaria. En esos casos, se puede considerar la terapia de reemplazo hormonal. Esta puede mejorar síntomas como la disminución del deseo sexual, pérdida de masa muscular, cambios de ánimo y fatiga.
Sin embargo, también hay riesgos importantes si la terapia no es controlada adecuadamente: desde el aumento de glóbulos rojos hasta la activación de un cáncer de próstata no diagnosticado. Por eso, la recomendación es clara: este tratamiento debe estar supervisado por un endocrinólogo, y nunca debe automedicarse.
La terapia con testosterona puede ser una herramienta muy útil para ciertos hombres con niveles hormonales bajos, pero no debe tomarse a la ligera. Esta terapia implica riesgos si no se administra correctamente, por lo que es indispensable realizar una evaluación médica completa antes de comenzarla.
No te automediques ni confíes en soluciones milagrosas. Acude con un endocrinólogo que pueda orientarte de forma segura y profesional. En Punto Clínico, contamos con el equipo médico adecuado para ayudarte a recuperar tu bienestar hormonal y tu calidad de vida.
*Toda la información aquí contenida se publica con fines informativos y no reemplaza la evaluación de un(a) Médico(a) capacitado(a) para hacerlo. Todo método, procedimiento y/o equipo aquí descrito puede variar por médico y sucursal sin previo aviso. Ante cualquier duda, consúltanos directamente.
