Consulta si la Fiebre Persiste: Si la fiebre de tu hijo dura más de tres días o supera los 38.5 °C (101.3 °F), es recomendable contactar a un médico. La fiebre prolongada o alta puede ser un indicio de una infección más seria.
Busca Ayuda si Hay Dificultad para Respirar: Si notas que tu hijo tiene dificultad para respirar, respira rápidamente, o escuchas sibilancias, consulta a un médico de inmediato. La dificultad para respirar es una señal de alarma que requiere atención urgente.
Monitorea la Tos: Si la tos de tu hijo persiste por más de dos semanas, empeora con el tiempo, o está acompañada de dolor en el pecho, es importante que consultes a un médico. Una tos prolongada podría indicar bronquitis o una infección más seria en las vías respiratorias.
Atiende los Signos de Deshidratación: Consulta a un médico si tu hijo muestra signos de deshidratación, como boca seca, falta de lágrimas, ojos hundidos, o muy poca producción de orina. La deshidratación puede requerir intervención médica, especialmente en niños pequeños.
Presta Atención a Cambios en el Comportamiento: Si tu hijo está inusualmente somnoliento, difícil de despertar, o parece confundido, busca atención médica de inmediato. Estos cambios en el estado mental pueden ser un signo de una complicación grave.
No Ignorar Condiciones Preexistentes: Si tu hijo tiene una condición médica preexistente, como asma, enfermedades cardíacas, o un sistema inmunológico debilitado, consulta al médico al inicio del resfriado para prevenir complicaciones y asegurarte de que recibe el tratamiento adecuado.
Consulta si la Fiebre No Responde a Medicamentos: Si la fiebre de tu hijo no baja con paracetamol o ibuprofeno, o si sigue subiendo, es importante consultar a un médico. Esto podría ser un signo de una infección más grave que requiere tratamiento.
No Dudes en Buscar Atención Urgente: Si tienes alguna preocupación seria sobre la salud de tu hijo, como dificultad para respirar, fiebre alta persistente, o cualquier comportamiento que no sea típico de él, busca atención médica de inmediato. Es mejor prevenir y asegurarse de que tu hijo está bien cuidado.
*Toda la información aquí contenida se publica con fines informativos y no reemplaza la evaluación de un(a) Médico(a) capacitado(a) para hacerlo. Todo método, procedimiento y/o equipo aquí descrito puede variar por médico y sucursal sin previo aviso. Ante cualquier duda, consúltanos directamente.