Hola, ¿cómo estás? Soy la doctora Ximena González Cal y Mayor, y hoy vamos a platicar un poco sobre la presión arterial elevada. Esta condición ocurre cuando la fuerza con la que la sangre fluye por los vasos sanguíneos se mantiene constantemente alta. Si tienes presión alta, no estás solo: casi la mitad de los adultos la padecen y no lo saben, lo cual puede derivar en complicaciones graves como infartos cardíacos e infartos cerebrales. Por eso es tan importante la medicina preventiva.
¿Qué significa esto? No hay que acudir al médico únicamente cuando nos sentimos mal. A partir de los veinte años, la American Heart Association recomienda tomarse la presión al menos una vez al año. Es algo muy sencillo: en cualquier clínica o consultorio pueden tomarla rápidamente. Tener una presión de 120/80 mm Hg o menos se considera normal, aunque algunas mujeres pueden tener cifras como 90/60 mm Hg, lo cual también puede ser normal para ellas.
Ahora bien, cuando la presión sistólica está entre 120 y 129 mm Hg, ya hablamos de presión arterial elevada. Si la sistólica está entre 130 y 139 mm Hg o la diastólica entre 80 y 89 mm Hg, hablamos de hipertensión en etapa 1. Si supera los 140/90 mm Hg, es hipertensión en etapa 2. Y si supera los 180/120 mm Hg, se trata de una crisis hipertensiva, una emergencia médica que requiere atención inmediata. No se debe esperar a ver si “baja sola”; hay que acudir a un servicio de urgencias.
La hipertensión no controlada puede dañar órganos vitales y aumentar significativamente el riesgo de eventos como infartos cardíacos o accidentes cerebrovasculares. Por eso, la mejor herramienta es la prevención. Hacerse chequeos médicos anuales es fundamental, incluso si te sientes bien. Recuerda que en Punto Clínico contamos con médicos internistas, cardiólogos, estudios de laboratorio y farmacia, todo en un solo lugar para tu comodidad.
No dejes tu salud para mañana. Agenda tu cita ya, ya sea por teléfono o por WhatsApp. ¡Te esperamos!
La presión arterial elevada o hipertensión es una condición en la que la sangre circula con demasiada fuerza contra las paredes de los vasos sanguíneos de manera sostenida, lo que puede dañar arterias y órganos vitales. Se estima que cerca de la mitad de los adultos la padecen sin saberlo, aumentando su riesgo de infartos cardíacos, accidentes cerebrovasculares y enfermedad renal.
La hipertensión se clasifica según los niveles de presión: presión elevada, hipertensión etapa 1, hipertensión etapa 2 y crisis hipertensiva. La presión normal es 120/80 mm Hg o menos. Un control anual de la presión a partir de los 20 años es fundamental, incluso si no hay síntomas.
La hipertensión suele ser silenciosa, pero puede producir síntomas como dolores de cabeza intensos, visión borrosa o sangrado nasal si progresa. En casos graves, puede derivar en emergencias médicas que comprometen la vida.
Un estilo de vida saludable (baja ingesta de sal, actividad física regular, peso adecuado y control del estrés) ayuda a prevenir y manejar la hipertensión. En algunos casos se requieren medicamentos antihipertensivos recetados por el médico.
La detección temprana y el seguimiento médico periódico son claves para evitar complicaciones severas. La medicina preventiva salva vidas.
Si no te has tomado la presión arterial en el último año, agenda tu chequeo médico. La hipertensión es silenciosa y detectarla a tiempo puede salvar tu vida. Mantén un estilo de vida saludable, controla tu alimentación, realiza ejercicio y sigue las indicaciones de tu médico.
Recuerda: la medicina preventiva es tu mejor herramienta para evitar complicaciones graves. No esperes a sentirte mal para actuar. En Punto Clínico tenemos todo lo necesario para apoyarte en el cuidado de tu salud cardiovascular.
*Toda la información aquí contenida se publica con fines informativos y no reemplaza la evaluación de un(a) Médico(a) capacitado(a) para hacerlo. Todo método, procedimiento y/o equipo aquí descrito puede variar por médico y sucursal sin previo aviso. Ante cualquier duda, consúltanos directamente.